Más allá del PIB: Por qué necesitamos un índice de Progreso Social

 

Cuando discutimos sobre indicadores de progreso social, el PIB per cápita es un indicador fundamental y altamente explicativo. Pero, ¿por qué es insuficiente para tener una visión más comprensiva de una sociedad? Porque difumina la multidimensionalidad del progreso social. 

El AlTi Global Social Progress Index es uno más de los esfuerzos para resolver este problema. No se trata solo de una herramienta estadística más, sino de un cambio fundamental en cómo entendemos el progreso humano. Lo que mide realmente importa: no solo cuánto dinero genera una sociedad, sino cómo viven las personas.

Las tres dimensiones que realmente importan

El índice se estructura en tres pilares fundamentales:

1. Necesidades humanas básicas

Aquí evaluamos lo esencial: ¿Tienen las personas suficiente comida? ¿Es un país seguro? ¿Acceso a agua potable? ¿Un lugar donde vivir? Sin estas bases, todo lo demás se desmorona. Esta dimensión mide si una sociedad garantiza las condiciones mínimas de supervivencia digna.

2. Fundamentos del bienestar

Más allá de sobrevivir, esta dimensión analiza si las personas pueden prosperar: educación básica, información, salud y un medio ambiente saludable. No basta con existir; necesitamos las herramientas para desarrollarnos.

3. Oportunidad

El nivel más avanzado examina la libertad real: derechos, autonomía personal, inclusión y acceso a educación superior. ¿Puede cada persona decidir su propio camino? ¿O existen barreras sistemáticas que lo impiden?

Lo que hemos descubierto

Los datos revelan patrones fascinantes:

• El pib per cápita correlaciona positivamente con el progreso social. Pero, hasta cierto punto. El aumento en los recursos monetarios no garantiza necesariamente un aumento en el bienestar social. Dinamarca y Estados Unidos tienen economías comparables, pero Dinamarca supera a EE.UU. por unos diez puntos en el índice. El PIB puede comprar muchas cosas, pero no asegura automáticamente una sociedad más satisfactoria.

• Las regiones tradicionales de "alto desarrollo" como Norteamérica y Europa muestran señales de estancamiento o retroceso, mientras que partes de Asia Oriental avanzan rápidamente. El mapa global del progreso está cambiando.
• La pandemia frenó dramáticamente el avance global. Desde 2020, dos tercios de la humanidad viven en países donde el progreso social se ha estancado o retrocedido. Las crisis no afectan a todos por igual.
• Preocupantemente, los derechos y libertades están retrocediendo en muchas regiones, incluso en democracias consideradas maduras. El progreso no es irreversible.

La complejidad del bienestar humano requiere soluciones igualmente complejas. El AlTi Global Social Progress Index nos permite comprender, medir, evaluar y visualizar mejor el progreso de nuestras sociedades.