sábado, 9 de abril de 2011

Qué nos motiva...

Un conocido mío piensa que la gente solo se mueve por dinero. Diría que no es el único. Piensa que las personas toman sus decisiones en función de un ajustado cálculo de costes y beneficios, materiales, por lo general. Parece muy convencido de este asunto y sospecho que encuentra pruebas de su teoría por todas partes.

He tratado de discutir alguna vez con él la idea. Yo no estoy de acuerdo, claro. Recuerdo una vez que discutíamos este tema. Hay un estudio que prueba lo contrario, le dije. Verás, propusieron a un grupo de personas que durante una tarde ayudara en la limpieza de un parque público. Finalizada la tarea, a la mitad de los participantes les pagaron unos 50 dólares. A la otra mitad le dieron un pequeño incentivo o las gracias, ahora no recuerdo. El resultado fue que unos días más tarde, los que se mostraban más satisfechos con la experiencia eran aquellos que no recibieron los 50 euros. ¿Qué te parece? - le pregunté-. ¿A eso os dedicáis en la universidad? -me contestó...

Pero este conocido tiene cierta responsabilidad en una empresa. Así que imagino que también pensará que sus trabajadores solo se mueven por un salario mejor. Creo que le tendré que mandar la presentación de Daniel Pink, The surprising truth about what motivate us. Pink muestra que si a la gente no le pagas suficiente en un trabajo es muy probable que esté insatisfecha. Pero una vez alcanzado cierto nivel de recompensa económica, los incentivos económicos no repercuten en la satisfacción y creatividad de los individuos. Por el contrario, pueden disminuirlas. Sin embargo, cosas en las que no pensamos como una mayor autonomía, la búsqueda de sentido o la sensación de dominio o maestría son auténticos motivadores de los seres humanos. Las organizaciones que cuidan estos aspectos son más creativas, más innovadoras y poseen trabajadores más satisfechos, nos dice Dan Pink.

El modelo de los individuos movidos únicamente por incentivos económicos es demasiado simple. Pero según y como, funciona bastante bien. Por eso constituye el fundamento de la teoría económica. El problema es que se trata de una idea que, además de incompleta, puede tener repercusiones negativas sobre el mundo que nos rodea, sobre el comportamiento de los individuos y de las organizaciones. De hecho, diversos estudios discuten si los estudiantes de económicas son, de media, más egoístas que los de otras disciplinas. Como dice Pink, no somos caballos, somos personas, así que no basta con ponernos una zanahoria delante para motivarnos.

Y como trata sobre estas cuestiones, aprovecho para hacer publicidad de mi libro, La sociedad al desnudo. Una nueva invitación a la Sociología. He disfrutado mucho escribiéndolo y hasta tiene alguna idea interesante. Espero que os guste :)