Favorecer la cooperación es fundamental para el éxito de cualquier grupo u organización. Cuando cedemos ante nuestros impulsos egoístas, cuando predomina la excesiva competitividad o cuando estamos alterados por ciertas emociones como la envidia, el rencor o los celos, es probable que un grupo sea incapaz de cooperar.
He tratado de profundizar en el funcionamiento de la conducta cooperativa conjunta en Cooperación: Por qué es importante, cómo funciona y cómo podemos favorecerla. Conocer las bases sociobiológicas de la conducta cooperativa resulta fundamental para favorecer esta forma sorprendente de conducta social. No existen recetas sencillas. Pero estos son algunos de los elementos que pueden favorecer el desarrollo de la conducta cooperativa en los equipos, grupos y organizaciones de los que formamos parte:
- Participa en actividades cooperativas conjuntas placenteras. Cuanto más participes en actividades cooperativas exitosas, más placer obtendrás de las mismas y más oxitocina serás capaz de generar. De modo que busca formas de generar actividades cooperativas agradables.
- Sé consciente de tu capacidad limitada de autocontrol. Nuestra capacidad de cooperar está, en alguna medida, limitada por nuestra capacidad de autocontrol. No somos cooperadores natos, indiscriminados.
- Valora tu pertenencia a un grupo. En ocasiones, las personas nos defraudan, nos sentimos engañados o heridos. Pero debemos valorar nuestra conexión social, así como la medida en que podemos contribuir al bienestar del grupo. Pensar en cómo a través de nuestra cooperación podemos contribuir al bienestar colectivo estimula la estabilidad del vínculo y la sensación de pertenencia y conexión social.
- Acentúa lo que os hace similares. Cuando las personas de un grupo se perciben como similares, es más probable que cooperen. Todos tenemos diferencias (de edad, sexo, estatus social, ideología, etnia, gustos personales, etc.), por lo que es importante enfatizar y reforzar aquello que nos hace similares, aquello que nos une.
- Busca un enemigo externo. Competir con otros grupos hace a los grupos más cooperativos, porque pone a nuestros instintos tribales a trabajar. Esto, por supuesto, implica que exista conflicto entre grupos, lo que puede tener consecuencias negativas no buscadas.
- Especifica con claridad los beneficios de la acción cooperativa. Para dirigir a nuestra mente racional necesitamos claridad. Todos los individuos deben saber en qué consiste la acción cooperativa y cuál es el beneficio esperado.
- La motivación es una de las condiciones fundamentales para que se produzca la cooperación. Las emociones juegan un papel fundamental en nuestra motivación para iniciar y permanecer en una actividad cooperativa. Los sentimientos de orgullo, pertenencia, amabilidad son muy importantes. Piensa en los asistentes a un estadio haciendo la ola y sabrás a lo que me refiero.
- Rodéate de cooperadores con inteligencia emocional. Todo el mundo es capaz de participar en acciones cooperativas, pero un grupo compuesto en su mayoría por egoístas desertores o personalidades muy dominantes es difícil que consiga llegar a buen puerto.
- Enfatiza que la cooperación es una norma social valorada y demuéstralo con acciones cotidianas.
- Una buena reputación es clave para generar confianza, que, a su vez, resulta fundamental para que se produzca la cooperación. En ocasiones es imposible obtener información sobre la reputación de un potencial cooperador. Pero cuando existe, es importante tenerla en cuenta.
- Respeta los ocho principios de la organización social. Si las personas están motivadas para cooperar pero los incentivos están mal distribuidos, los castigos son arbitrarios o los free-riders se salen con la suya, difícilmente se mantendrá la cooperación en el tiempo.
- Allana el camino. Diseña entornos que faciliten la cooperación conjunta. Un entorno adecuado puede contribuir a establecer rutinas cooperativas con más facilidad.
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