viernes, 19 de junio de 2020

¿Qué es el "síndrome patrilineal" y por qué algunas sociedades quedan atrapadas en el mismo?

La subordinación sistemática de las mujeres a la autoridad de los hombres es una de las características más perniciosas de las sociedades tradicionales. La falta de libertad, la desigualdad en el hogar, la ausencia de derechos, la violencia y la opresión suelen caracterizar la vida cotidiana de las mujeres en la mayoría de las sociedades tradicionales, incluidas algunas sociedades del presente. ¿Las causas? Una organización patrilineal de la sociedad, resultado de la dependencia de las sociedades con respecto a los hombres para defender su seguridad física, y la ausencia de un estado moderno que garantice los derechos individuales y la igualdad ante la ley de hombres y mujeres.

Para conocer el verdadero carácter de la subordinación femenina en las sociedades tradicionales y entender el funcionamiento y los orígenes de la organización patrilineal de la sociedad, así como sus consecuencias sociopolíticas, resulta muy recomendable la lectura de The First Political Order: How Sex Shapes Governance and National Security Worldwide, de las investigadoras Valerie M. Hudson, Donna Lee Bowen y Perpetua Lynne Nielsen. El trabajo es resultado de un proyecto de investigación de cuatro años financiado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos bajo los auspicios de su Iniciativa Minerva, utilizando la Base de Datos WomanStats.


Las investigadoras huyen de conceptos vagos como el de patriarcado o masculinidad hegemónica y, armadas de claridad de pensamiento y evidencia empírica, diseccionan lo que denominan el “síndrome patrilineal/fraternal” y sus consecuencias socio-políticas a partir de una combinación de hallazgos procedentes de la historia, la sociología, la antropología, la ciencia política y la biología evolucionista y el análisis empírico observacional de más de 100 sociedades del presente. La tesis principal de las investigadoras es que el síndrome patrilineal domina la estructura y los procesos de una sociedad. La dominación de la mujer en el hogar, la familia y el clan determina todo el funcionamiento general de una sociedad, lo que se traduce en una mayor inestabilidad social, menores niveles de bienestar, progreso social, económico y político. 

¿Qué es el síndrome patrilineal y por qué se reproduce en la mayoría de sociedades agrícolas tradicionales? Bien, las investigadoras definen el síndrome patrilineal como un sistema de organización de la sociedad que resulta en la subordinación sistemática de las mujeres a los varones y que se caracteriza por un conjunto de prácticas y normas sociales estables tales como la poliginia (el matrimonio de un hombre con varias mujeres, presente en el 80% de las sociedades), la patrilinealidad (sistema de parentesco que considera parientes sólo a los de la línea paterna, agnaticia, de las generaciones ascendente y descendente de un individuo), la patrilocalidad, el pago por la novia y la dote, el matrimonio forzado de mujeres menores de edad, el matrimonio entre primos, la ausencia de derechos de propiedad por parte de la mujer, la desprotección legal o la violencia física.

Con el objetivo de analizar empíricamente la prevalencia del síndrome patrilineal en las sociedades del mundo, las investigadoras, a partir de diferentes fuentes de datos secundarias, construyen un índice del síndrome patrilineal/fraternal. Este índice se compone de 11 variables tales como la prevalencia de violencia contra las mujeres, prevalencia de matrimonio patrilocal, edad de las mujeres en el primer matrimonio, etc. y permite clasificar a los países en países post-síndrome (con puntuaciones muy bajas, entre 0 y 5), países en transición (puntuaciones entre 6 y 9 en el índice) y países con el síndrome (puntuaciones entre 10 y 16). 

Mapa global del síndrome (fuente)

A continuación, las investigadoras correlacionan la puntuación de los países en el índice con un conjunto de factores relacionadas con la actuación social, económica, política y medioambiental de los países. Los resultados son muy evidentes: la puntuación en el índice está fuertemente correlacionada con los resultados en todas las dimensiones consideradas, esto es, las sociedades con mayor presencia del síndrome patrilineal, con una mayor puntuación en el índice, son más disfuncionales, tienen peores resultados en todos los factores de bienestar considerados (estabilidad política, seguridad, crecimiento económico, salud y bienestar, educación, progreso social y protección del medio ambiente), aún manteniendo constantes otros factores como el nivel de urbanización, la existencia de pensiones, los medios de comunicación o la presencia de eventos externos.  

Pero, ¿cuáles son los orígenes del síndrome patrilineal? Bien, los orígenes del sistema patrilineal están relacionados, según las investigadoras, con el dilema de la seguridad. Para defender su seguridad frente a enemigos y estresores externos, las sociedades con cierto nivel de complejidad tienden a configurarse en la forma de clanes tribales dominados por varones. La supervivencia del clan se basa en la reproducción de sus miembros. De modo que el control de la reproducción, es decir, de las mujeres, se convierte en una pieza esencial del sistema tribal patrilineal. Las causas evolutivas serían el hecho de que son las mujeres las que tienen los hijos -las que permiten la reproducción del clan-, el dimorfismo sexual -los varones son más corpulentos y poseen más fortaleza física que las mujeres- y la mayor inversión parental por parte de las mujeres en la crianza de los hijos. Estos procesos sociobiológicos tienden a configurar sociedades dominadas por clanes de varones emparentados (clanes de primos) que ejercen un fuerte control sobre el conjunto de la sociedad y, en especial, sobre las mujeres (fuente de reproducción del clan). 

Las sociedades dominadas por el síndrome patrilineal tienen una fuerte resistencia al cambio. La comunidad patrilineal domina la organización de la sociedad. Los clanes degradan y capturan las instituciones y las capacidades del estado, por lo general débil en estas sociedades, dificultando los cambios que permitan la relajación del síndrome patrilineal. Así que, ¿hay una salida al síndrome patrilineal?

Ciertamente, como ponen de manifiesto las investigadoras, la historia de Europa así como la historia reciente de la Unión Soviética, nos muestran que los cambios en la estructura de los matrimonios, la familia y los derechos de propiedad para las mujeres pueden precipitar la salida de las sociedades del síndrome (y no tanto la educación o la representación política). En la Europa medieval, los cambios forzados por la iglesia católica (en su propio interés) en el matrimonio y la familia -a través de la promoción de la monogamia y la familia nuclear, la igualdad de la mujer en el seno familiar, el aumento de la edad en el matrimonio, la prohibición del matrimonio entre primos y el matrimonio neolocal- fueron desintegrando paulatinamente el síndrome patrilineal en Europa (un artículo de investigación muy interesante al respecto puede leerse aquí). En el siglo XVI, las mujeres en Holanda gozaban ya de una gran libertad personal así como de derechos de propiedad. 

Es decir, la transición desde sociedades con el síndrome patrilineal a sociedades post-síndrome no se logra únicamente a través de procesos macro de urbanización o progreso económico, como tampoco a través de políticas educativas o de cuotas en el ámbito político o laboral, sino a través de cambios en la estructura de la familia, el matrimonio y los derechos de propiedad. La eliminación de la poliginia, la prohibición del matrimonio de menores y la concesión de derechos de propiedad a las mujeres junto con el proceso de urbanización y la existencia de pensiones de jubilación (que hacen a los padres más independientes de los ingresos de sus hijos varones) permiten a una sociedad abandonar el síndrome patrilineal. 

La lectura de The First Political Order resulta apasionante e informativa. Con datos empíricos y fundamentos antropológicos, sociológicos, históricos y evolutivos, las investigadoras reconstruyen el proceso de formación del síndrome patrilineal que tiende a germinar en las sociedades tradicionales con consecuencias desastrosas para el bienestar y la organización social.